martes, 27 de marzo de 2012

In Memoriam - Rómulo A. Ferrero Rebagliati (1907-1975).

Biografia
Estudió en el colegio La Recoleta y se tituló como ingeniero agrónomo (1927) en la Univ. Agraria. Prestó sus servicios profesionales en Cañete, Cayaltí y el Banco Agrícola. Fue docente en la Fac. de Cs. Económicas de la Univ. Católica, asesor de la Cámara Algodonera del Perú. Colaboró con el gobierno de Bustamante y Rivero siendo nombrado Ministro de Hacienda y Ministro de Agricultura. En tiempos de Belaúnde fue Presidente de la Caja de Ahorros de Lima, Director del Banco Central de Reserva y promovió la fundación de la Univ. del Pacífico. Fundador y director del Primer Centro de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio de Lima en 1949, Premio IPAE 1962.
A PROPÓSITO DEL CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE RÓMULO A. FERRERO
El primer recuerdo que tengo de Rómulo A. Ferrero Rebagliati es la presencia de un hombre alto, delgado, con lentes, muy amigo de mi familia, que detrás de una apariencia seria ocultaba una sonrisa cordial, abierta y afectuosa dirigida al niño que lo saludaba cuando visitaba ocasionalmente a mis padres, que lo recibían con especial aprecio y respeto.

"Es un hombre muy importante y valioso para el país", fue el primer comentario de mi padre que aún retengo. "Es el mejor economista que tenemos en el Perú, incluso superior a Pedro Beltrán", director del diario "La Prensa".

Tenía mucha razón. Con el tiempo me enteré de que a los 20 años egresó de la Escuela Nacional de Agricultura como ingeniero agrónomo, y después obtuvo el grado de doctor en ciencias económicas en la Universidad Católica, la que a los 35 años lo nombró decano de la Facultad de Ciencias Económicas y en 1965 le confirió el título de Profesor Emérito. Además, presidió el Patronato de la Universidad del Pacífico y fue director del Banco de Crédito del Perú.

Cuando tenía 38 años, el presidente Bustamante y Rivero le confió la difícil cartera de Hacienda y Comercio en su gobierno de amplia base democrática, cargo al que renunció meses después porque su política seria, responsable y de austeridad chocó frontalmente con las ansias apristas de incrementar el gasto público y la burocracia. Ese comportamiento adquirió mayor relieve cuando, ya profesionalmente, estudié su programa ministerial, en el que el doctor Ferrero, por primera vez en el Perú, introducía los conceptos macroeconómicos en el manejo del Gobierno, estableciendo normas para la elaboración del presupuesto, análisis del creciente déficit, niveles de liquidez y de endeudamiento, y provisiones adecuadas para controlar la inflación, que en su concepto tenía --y tiene-- graves y nocivas consecuencias, tanto en el terreno económico como social.

Quisiera destacar el pensamiento y los principios económicos de Rómulo Ferrero vinculados al desarrollo, influidos, sin duda, por su orientación católica iniciada en La Recoleta. No fue, como muchos pretendieron, de pensamiento y orientación conservadora, ni estuvo, como quisieron otros, identificado con la ideología liberal, sino un promotor y defensor de la economía social de mercado. Nos enseñó que el proceso de desarrollo exige mantener cuidadoso equilibrio, siendo un difícil reto para los gobernantes, pero que es la única forma de conciliar las exigencias del mecanismo económico con la necesidad del progreso social. Es decir, activar una economía al servicio de todos los hombres y exigir que haya movilidad social, sin privilegios, que haga posible el ascenso desde las clases bajas a las altas, así como la renovación de las élites.

Al conmemorarse el centenario de su nacimiento, también debiera celebrarse los principios éticos que identificaron su personalidad y nobles ideales, la profundidad de sus conocimientos, su gran obra intelectual y pedagógica, su entrega al país y el ejemplo que constituye para todos los peruanos de hoy y del futuro. Sus ideas, estudios, creencias y enseñanzas sobre la realidad peruana siguen vigentes y adquieren enorme validez en las actuales circunstancias, que nos hacen vislumbrar fundadas esperanzas en el destino de un país que tiene a su alcance el verdadero desarrollo, bien definido desde muchos años atrás por el doctor Ferrero.

Este inmenso aporte, sin embargo, es solamente conocido y apreciado por un reducido grupo académico y profesional. Debiera ser difundido con la mayor amplitud posible en todos los niveles, como un verdadero homenaje a una de las figuras más brillantes del Perú.

Por Raimundo Morales Dasso. *Economista
* Presidente del Patronato de la Universidad del Pacifico, gerente general del Banco de Crédito.